Los datos macro en la eurozona han arrojado nuevas sombras sobre la recuperación y el Ibex, muy volátil, se ha dejado un 0,18% para cerrar en los 6.956,90 puntos. Los bandazos se suceden desde el inicio de la semana. El súbito cambio de tendencia que sufrió el Ibex en el tramo final de la sesión de ayer alteró notablemente el balance final de agosto, que se limitó al 1,3%. La oleada de recogida de beneficios de fin de mes ha dado paso, en la primera jornada de septiembre, a nuevos signos de indefinición en la renta variable europea. Las primeras referencias de la sesión, las procedentes de Asia, adquirieron un sesgo favorable.
El índice PMI manufacturero de China correspondiente a agosto ha rozado máximos de una década, desde enero de 2011, gracias al resurgir de los pedidos para exportaciones. Los analistas destacan que el mes de septiembre suele ser tradicionalmente favorable en la actividad industrial, una tendencia que podría ayudar a sostener los mercados en medio del temor que genera un posible aumento de casos de coronavirus después de las vacaciones, y con la vista puesta en los ensayos finales de las primeras vacunas.
El temor al impacto de una segunda oleada de coronavirus sigue presente en los mercados, y ha cobrado mayor notoriedad con algunos de los datos macro de la eurozona conocidos. El dato del PMI manufacturero de agosto se ha mantenido sin cambios respecto a la estimación inicial de 51,7 puntos, a pesar del pinchazo en países como España. La mayor sorpresa la ha deparado la estimación inicial de inflación de la eurozona correspondiente a agosto. Los analistas esperaban un descenso desde el +0,4% de julio hasta el +0,2%. Pero el dato final ha agravado la caída hasta el -0,2%. Los analistas destacan que, si las presiones deflacionistas persisten, el BCE podría verse forzado a amplificar el alcance de sus estímulos. Tras estos datos, los índices del Viejo Continente fueron perdiendo fuelle, lo que en el caso del Ibex le llevaron a poner en peligro los 6.900 puntos.
Sin embargo, el buen dato de PMI manufacturero en Estados Unidos ha animado los avances de Wall Street, con el Nasdaq y el S&P 500 marcando máximos, y ha arrastrado a las principales plazas del Viejo Continente, que han salido de los mínimos intradía. El Ibex, muy volátil durante toda la sesión, ha cerrado finalmente con un recorte del 0,18% en los 6.956,90 puntos.
El mayor freno del Ibex ha vuelto a venir de la mano de valores de peso como Inditex (-1,27%), que por momentos ha llegado a perder los 23 euros por acción, y Telefónica (-1,93%), por debajo de los 3,30 euros. También la banca mediana ha destacado en los recortes. Sabadell ha perdido un 2,28% y Bankia, un 1,71%. Por el contrario, los dos grandes bancos han logrado frenar el castigo sufrido ayer, superior al 5%. Hoy, Santander ha recuperado un 0,39%% y BBVA, un 0,41%. Precisamente hoy, los analistas de Jefferies apenas han dado margen para la remontada en BBVA, al fijar su valoración en 2,50 euros por acción, al tiempo que ven más potencial en CaixaBank y Bankia, y centran sus previsiones bajistas en Sabadell.
Algunos valores del sector turístico se han situado entre los más alcistas de la sesión, como Amadeus (+1,73%), IAG (+0,80%) y Aena (+1,20%). Las utilities, el sector más firme del Ibex en 2019 y en lo que va de año, ha vuelto a salir en apoyo del índice selectivo español, con avances especialmente significativos en Naturgy (+0,80%) y Endesa (+0,34%).
El Dax alemán ha sumado un 0,22%, mientras que el Cac francés (-0,18%) y el Mib italiano (-0,20%) han cerrado con suaves recortes. La Bolsa de Londres se ha quedado rezagada (-1,77%) después de que el festivo de ayer en Reino Unido evitara los descensos generalizados en Europa. A las dudas generadas por los últimos datos macro de la eurozona se han sumado las crecientes alertas que genera la persistente caída del dólar.
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