El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, cree que el deterioro financiero de empresas y hogares impactará plenamente en las entidades en los próximos trimestres, por lo que el pago de dividendos y la política de remuneraciones deberá seguir siendo «muy prudente» hasta que se disipe la incertidumbre actual y la recuperación económica sea sólida. Esta es una de las advertencias que ha realizado hoy a la banca durante su intervención en la Comisión de Asuntos Económicos y Transformación Digital en el Congreso de los Diputados.
En este acto, Hernández de Cos ha recordado la recomendación realizada el pasado 27 de marzo por el BCE y secundada por el Banco de España a las entidades financieras para eliminar temporalmente el reparto de dividendos y la aplicación de criterios prudentes en la retribución variable a los empleados, cuyo objetivo era reforzar la posición de capital de la banca.
Ha explicado que estas medidas se revisarán en las próximas semanas, pero, ha sido tajante al asegurar que «en cualquier caso, la política de distribución de dividendos y de remuneraciones de las entidades deberá seguir siendo muy prudente hasta que no se disipe la incertidumbre actual y se consolide una recuperación económica sólida».
De esta forma, muestra su posición ante las peticiones de la banca para que se levante este veto, y ante las últimas decisiones de varias entidades de someter a la junta de accionistas el reparto de dividendos en 2021 con cargo a 2019 y 2020.
Además, tras los anuncios de fusión de CaixaBank y Bankia y el inicio de conversaciones preliminares entre Unicaja Banco y Liberbank, considera que existe margen aún para procesos de consolidación en el sector bancario que favorezcan el fortalecimiento de las entidades y del sistema en su conjunto. Ha pedido a la banca en general que mejore su eficiencia, lo que conlleva más cierre de oficinas y de ajustes de plantilla, pero considera que es un «peligro mantener entidades sobredimensionadas».
Pero mejorar la eficiencia no pasa solo por reducir costes, sino también por realizar inversiones necesarias en digitalización y explotación de la información para proporcionar un servicio de mayor calidad y expandir actividades más rentables con un estricto control sobre los riesgos asumidos. «Solo esto permitirá a las entidades afrontar el reto adicional que supone la potencial entrada de nuevos competidores, como las bigtech, en el mercado de crédito», ha asegurado.
El gobernador insiste en que hay que evitar que la crisis económica se convierta en una crisis financiera, tras avisar de que el «deterioro previsible» de los activos por la situación, incluido un repunte en los próximos meses de la morosidad, va a tener un «impacto significativo» sobre la solvencia del sector. Hernández de Cos ha subrayado que el deterioro de la actividad económica generado por la pandemia del Covid-19 solo se ha trasladado «moderadamente» y una muestra de ello es la evolución de los créditos morosos, con un leve repunte en el segundo trimestre.
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