La encuesta de gestores de compra del mes de octubre concluye que la economía del sector manufacturero español subió en octubre hasta los 52,5 puntos. Un incremento casi dos puntos superiores al registrado en el mes de septiembre -cuando el indicador se situó en 50,8 puntos-y el más rápido de los últimos tres meses, según el índice IHS Markit PMI.
Este nuevo impulso de la industria manufacturera se debe, en buena parte, al aumento de la producción y al crecimiento de nuevos pedidos, factores que fortalecieron la confianza en el futuro, que alcanzó su nivel más alto en los últimos ocho meses. Asimismo, la encuesta revela que la actividad de compras se incrementó levemente, si bien el alargamiento de los plazos de entrega de los insumos provocó que los fabricantes tiraran de los stocks existentes para satisfacer la creciente demanda de pedidos, cuyo aumento fue el mayor observado desde el mes de julio.
Como consecuencia del incremento de la actividad en el sector, el nivel de empleo también fue al alza, aunque ligeramente. No obstante, las empresas encuestadas admiten que, si bien han notado un auge en la demanda, la crisis del coronavirus limita su crecimiento. En este sentido, habrá que ver qué efectos pueden tener las nuevas medidas decretadas para frenar el avance de la Covid-19.
Del análisis pormenorizado del incremento de la actividad manufacturera se desprende que los pedidos procedentes del extranjero tuvieron un efecto beneficioso en el aumento de las ventas. En concreto, fue al alza la demanda procedente de Europa y África del Norte. El Índice de Pedidos Pendientes de Realización, que descendió por octavo mes consecutivo, indica que los fabricantes pudieron poner al día de manera rápida las cargas de trabajo a pesar del incremento de pedidos.
El economista de IHS Markit, Paul Smith, comenta “hasta que se controle la crisis, es probable que el crecimiento a corto plazo siga siendo limitado. No obstante, mirando un poco más hacia el futuro, los encuestados confían cada vez más en que dentro de un año la recuperación podría estar ya en una fase muy avanzada”. Hay que recordar que las severas restricciones aplicadas el pasado mes de marzo para contener la pandemia hundieron la actividad del sector a niveles de la anterior crisis. Situación que se fue revirtiendo durante la desescalada.
Otra consecuencia del crecimiento de la producción y el aumento de pedidos es que las empresas incrementaron en octubre por primera vez en tres meses su actividad de compras. Sin embargo, la entrega de los insumos continuó deteriorándose por las dificultades de hacer frente a una mayor demanda y a la escasez de stocks. Esto ha tenido un efecto al alza, aunque ligero, de los precios de estos recursos de producción, a excepción de los precios de los metales -sobre todo del acero inoxidable-, que disminuyeron según algunos informes.
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