Las nuevas restricciones para controlar la segunda ola de la pandemia no van a traer buenas noticias económicas a nadie. Tampoco a España. La Comisión Europea ha empeorado este miércoles sus previsiones para la economía española en 2020 y prevé que el batacazo llegue a ser del 12,4% del PIB este año, frente al 10,9% de las previsiones de verano, y espera un rebote menos intenso en 2021, del 5,4%, bastante lejos del 7,1% en verano. La caída especialmente aguda de España, que ya se encontraba entre las economías más golpeadas en las previsiones de primavera y verano, tiene para Paolo Gentiloni, comisario de Economía, una explicación: «Refleja el efecto de la segunda ola, que golpeó a España antes que al resto de los Estados miembros».
La economía española será así la que más caiga este curso, por delante de la italiana, que se quedará en un 9,9%, de Croacia, un 9,6% o de Francia, un 9,4% del PIB. En el caso de la Eurozona, la caída será de un 7,8%, un ligero empeoramiento respecto a la previsión del 7,7% de primavera. El rebote de la zona euro durante 2021 será del 4,2%, frente al 6,3% que preveía en primavera. ¿La razón? Los técnicos comunitarios han trabajado teniendo en cuenta que el empeoramiento de la situación sanitaria hace que las previsiones de los próximos años tengan que ser menos entusiastas que cuando se confiaba en una única ola de la pandemia. Eso sí, la Comisión Europea espera que el rebote español esté bastante por encima que la media de la Eurozona, y solo Francia vería un crecimiento del PIB mayor que la economía española, un 5,8% del PIB. En general, lo novedoso de estos datos del Ejecutivo comunitario, es que empiezan a cristalizar un nuevo escenario para el futuro en el que la recuperación es más lenta de lo previsto. En Bruselas nunca confiaron demasiado en una recuperación en forma de «V», pero con estos nuevos datos ya la descartan.
Eso sí, estas previsiones de la Comisión Europea no tienen en cuenta el rebote del tercer trimestre, que fue del 16,7% del PIB, casi cuatro puntos porcentuales por encima de lo que preveían los técnicos del Ejecutivo comunitario, ya que los datos fueron publicados después de la fecha de corte, el 22 de octubre. En todo caso, y teniendo en cuenta el aumento de las restricciones al turismo, los técnicos señalan que esperan que «el repunte de la actividad disminuya durante el último trimestre de este año». En general, todos los datos, también los del resto de países, están en cuarentena: nuevas medidas para reducir los contagios podrían empeorar mucho las previsiones durante los próximos meses.
En cualquier caso, el Ejecutivo comunitario empeora las perspectivas del Gobierno, que prevé una caída del 11,2% para este curso y un rebote del 7,2% en el próximo ejercicio. En las previsiones del próximo año la Comisión Europea no ha tenido en cuenta el impacto positivo que podrían tener las inversiones que se pudieran financiar con el Fondo de Recuperación, pero el Ejecutivo comunitario señala que el Gobierno considera que impulsará el PIB durante 2021 dos puntos y medio.
«La pandemia de COVID-19 y las estrictas medidas de confinamiento puestas en marcha en España para contenerla han provocado una recesión sin precedentes de la actividad económica este año. Las medidas para limitar la pérdida de puestos de trabajo y apoyar al sector empresarial han amortiguado el impacto. Se pronostica que la producción se recuperará con fuerza en la segunda mitad del año, pero la recuperación será desigual en todos los sectores y el aumento significativo de la tasa de desempleo de este año solo se revertirá parcialmente en los próximos dos años. Se prevé que la recesión económica empeore el saldo de las administraciones públicas, que disminuirá gradualmente a partir de 2021», resume el documento publicado por la Comisión Europea.
Respecto al déficit español, los técnicos comunitarios consideran que se disparará hasta el 12% del PIB y que se reducirá solo hasta el 9,5% en el próximo curso, confiando en que la actividad económica repunte y una hipotética solución a la crisis del Covid-19 pueda dar pie a “algunas medidas para aumentar los ingresos”. Respecto al ratio deuda/PIB, Bruselas espera que se dispare desde el 95,5% del PIB en 2019 hasta alrededor del 120% en 2020, mientras que países como Grecia o Italia, a la cabeza en esta métrica, llegarán al entorno del 150% de su PIB.
Gentiloni ya adelantaba este martes tras un Eurogrupo digital que el aumento de las restricciones para controlar la pandemia “tendrán evidentemente un impacto en la actividad económica”, aunque el italiano señaló que esperaba que esta vez, con empresas y trabajadores mejor preparados, el golpe fuera menor que en primavera. Coincidió con él en ese análisis el director del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), Klaus Regling, que sin embargo señaló que la segunda ola “aumenta sustancialmente el riesgo de una doble recesión en la Eurozona”, el escenario del que nadie quiere hablar en la capital comunitaria.
Las previsiones del Ejecutivo comunitario llegan, además, en un contexto en el que la palabra más utilizada es «incertidumbre». “La Comisión Europea está preparando su previsión en una situación de incertidumbre extrema porque las nuevas medidas de contención están cambiando día a día, y es muy difícil anticipar cómo de rápido tendrán efectos”, explicaba la semana pasada una alta fuente europea.
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