Según las declaraciones de la renta del trabajo de 2015, en España solo aparecen 7.194 individuos con un IRPF declarado por encima de 600.000 euros. Son un 31% menos que los 10.425 que se llegaron a registrar en 2007, pero bastante por encima del entorno de 4.000 que se recogían en los peores momentos de la crisis. En concreto, en 2015 se contabilizaron un 59% más que en 2013 y un 34% más que en 2014. El grueso de los contribuyentes españoles, cerca de 11 millones de españoles, se colocaron en 2015 en la franja de hasta 21.000 euros de bases imponibles.
Un año más, Hacienda ha publicado las estadísticas de declarantes del IRPF. Y los resultados definitivos de 2015 para las rentas del trabajo no son muy distintos de la radiografía ya conocida: apenas el 4% de los contribuyentes declara en el impuesto de la renta más de 60.000 euros de bases imponibles, según los datos de la Agencia Tributaria publicados este martes. Es decir: en esta franja se sitúan unas 690.000 de las más de 18 millones de liquidaciones por rentas del trabajo.
El año 2015 fue un ejercicio de fuerte reactivación económica, con un 3,2% de crecimiento de PIB. De acuerdo con estos datos, las rentas declaradas de los más ricos, entendidos como tales los que declaran más de 600.000 euros, crecieron un 41% hasta los 5.750 millones (es decir, declararon una media de 799.286 euros por cabeza). En cambio, las rentas totales declaradas por la totalidad de contribuyentes solo avanzaron un 4,1%.
Aunque no tanto, también crecieron las rentas declaradas entre 30.000 y 600.000 euros: un 13%. Por el contrario, entre 12.000 y 30.000 euros, las ganancias declaradas solo repuntaron un 1,5%, por debajo incluso del ritmo de crecimiento de la economía. De lo que se infiere que la recuperación de ese año fue un tanto desigual.
Por la parte de abajo de la tabla, figuran casi 6,5 millones de personas que declaran menos de 12.000 euros. En el supuesto de extender la franja hasta los 21.000 euros de bases, ahí se incluyen 11 millones de españoles, más de la mitad de los ciudadanos que declaran rentas. Entre 21.000 y 60.000 euros se encuentran otros seis millones de declarantes. De estas cifras resulta fácil averiguar cuál es el principal sostén de las arcas públicas españolas: el grueso de la recaudación se halla en los segmentos medios y bajos. De los 364.000 millones declarados en total por el conjunto de los contribuyentes, unos 300.000 millones se corresponden con las rentas de 60.000 euros hacia abajo.
Es decir, más del 80% de las bases las ponen contribuyentes que no pueden calificarse como grandes fortunas. Por eso, los expertos siempre apuntan que los tipos medios del impuesto no parecen muy altos si se compara con los estándares europeos. Lo que sí que se antoja algo más alto a juicio de los expertos es a partir de qué rentas se aplican los tipos más elevados del impuesto. O lo que es lo mismo, los asalariados medios españoles sufren una presión fiscal más alta.
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