El Gobierno relajará el objetivo de déficit a las Comunidades Autónomas para 2018, del 0,3% establecido hasta el 0,4%, esto es, unos 1.000 millones menos de ajuste. También suavizará la meta del 2019 desde el 0% al 0,1%, otros 1.000 millones. «El proceso para hacer el techo de gasto vuelve a comenzar», ha afirmado el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en las jornadas organizadas por Deloitte y la Asociación para el Progreso de la Dirección.
El objetivo de déficit para el conjunto de las Administraciones, fijado en el 2,2% del PIB para 2018, no se modifica. Montoro ha explicado que esta relajación para las comunidades se compensará con el mejor comportamiento de los ingresos de la Seguridad Social. En tan solo una semana, el ministro ha rectificado el objetivo que él mismo impuso y envía un guiño a las comunidades del PSOE.
El Consejo de Política Fiscal y Financiera es el ente donde se deciden las principales líneas de la política económica de las comunidades. Durante la última reunión celebrada la semana pasada, los gobiernos autonómicos que no son del PP se quejaron amargamente porque en 2018 tenían que bajar el déficit del 0,6% al 0,3% del PIB. En esa conferencia, las comunidades alegaron que soportan buena parte del gasto social y que los servicios públicos están demasiado sobrecargados después de años de austeridad. Salvo las comunidades del PP y Canarias, que se abstuvo, nueve comunidades votaron en contra de ese objetivo del 0,3%. Pero el Gobierno pudo aprobarlo gracias a que cuenta con una mayor proporción de votos en ese órgano.
Sin embargo, en apenas una semana Hacienda ha dado un golpe de timón y ha convocado un nuevo Consejo de Política Fiscal y Financiera para este mismo viernes. En el orden del día se cita justo el mismo punto que en el anterior Consejo. «Esto representa una rectificación en toda regla», explica una fuente de una comunidad.
En este Consejo de Política Fiscal del viernes se debatirá con las autonomías la nueva flexibilización de los objetivos. Y se hará a las diez de la mañana. Con el tiempo justo para que la nueva senda pueda ir al Consejo de Ministros del mismo viernes. Así se podría enviar al Congreso a tiempo para la votación prevista el próximo día 11.
Este movimiento tan súbito ocurre justo cuando Montoro está negociando los apoyos para los presupuestos y un día después de que el ministro de Hacienda viajara a Sevilla. Una interpretación de este volantazo es que el Gobierno pretende escenificar un acercamiento al líder socialista, Pedro Sánchez. Con este gesto, el presidente Rajoy tiende la mano a Sánchez justo antes de su reunión del jueves en la Moncloa.
Pero otra interpretación posible es que el Gobierno traslada la presión para aprobar esta nueva senda a los gobiernos regionales, lo que podría añadir nuevas tensiones a las relaciones entre los barones socialistas y la ejecutiva del partido dirigida por Pedro Sánchez. Ya el pasado diciembre el PP logró que el PSOE se abstuviese para poder aprobar el techo de gasto de 2017.
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