Los planes del Gobierno para modificar el régimen fiscal de los planes de pensiones van ganando detractores. Hoy se han sumado los autónomos, que consideran que serían el colectivo más perjudicado por la reducción de las desgravaciones en los planes de pensiones individuales. ATA, la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos, ha emitido hoy un comunicado en el que recuerdo que este colectivo solo tiene la posibilidad de ahorrar para la jubilación a través de los planes de pensiones individuales, por lo que el empeoramiento de su fiscalidad les afecta muy especialmente.
Ahora, cualquier trabajador puede desgravarse de la base imponible del Impuesto de la Renta (IRPF) hasta 8.000 euros anuales de sus aportaciones a planes de pensiones individuales. Así, si declara unos ingresos de 50.000 euros al año, y aporta esos 8.000 euros, solo tendrá que tributar por 42.000 euros. Sin embargo, el Ejecutivo quiere rebajar ese tope de aportación a solo 2.000 euros anuales.
En cambio, el tope en planes de pensiones de empleo (que se desarrollan en el ámbito laboral, normalmente en Administraciones y grandes empresas) se mantendría en 8.000 euros anuales. Y se permitiría añadirle otros 2.000 euros de planes individuales. Con lo que un trabajador con plan de empleo podría llegar a los 10.000 euros anuales de desgravación.
El establecimiento de diferentes límites de aportación a sistemas de previsión social, relegando a los sistemas individuales que tendrían un límite notoriamente inferior, es discriminatorio para la gran mayoría de la población ocupada española. Y afectaría especialmente a las más de 3,2 millones de personas adheridas al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) de la Seguridad Social», apunta ATA, en un comunicado suscrito también por la patronal aseguradora (Unespa) y la asociación de gestoras de fondos (Inverco).
«El sistema individual seguirá siendo necesario e imprescindible para todos aquellos que, como los autónomos, no puedan acceder al sistema de empleo por no estar las reformas desarrolladas», apunta el comunicado.
Desde ATA, se apuntan otros dos factores para rechazar la nueva regulación que quiere aprobar el Gobierno. En primer lugar, que el tope es tan bajo que, aun ahorrando durante 40 años solo se lograrían acumular 80.000 más los rendimientos generados. Ese importe, traducido en una renta para los 20 años de esperanza de vida que restarían tras la jubilación, «se traduciría en una cantidad insuficiente». En segundo lugar, se recuerda que el efecto fiscal de estas desgravaciones es neutro, porque cuando se rescata el plan sí que hay que tributar el ingreso como una renta del trabajo en el IRPF (con lo que se compensa la desgravación previa).
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