El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, sigue pensando que una política fiscal expansiva y muy activa es la respuesta correcta a la crisis del coronavirus para evitar un daño permanente, en un contexto en el que la economía española se ha visto más dañada en términos relativos que otros países de la eurozona.
Así lo ha puesto de manifiesto en una entrevista con ‘Central Banking’, en la que ha sido preguntado por su intervención en el Congreso de los Diputados, en la que advirtió de los riesgos de subir las pensiones y los salarios públicos en 2021 y de la probabilidad de que las previsiones macroeconómicas sobre las que se diseñan los Presupuestos sean revisadas a la baja.
El gobernador ha explicado que la crisis del coronavirus ha tenido «un efecto muy profundo» en la economía española debido, en parte, a que su estructura productiva está más sesgada hacia los sectores más afectados por la crisis, así como a algunos problemas estructurales como el elevado nivel de trabajadores temporales, que agrega volatilidad al mercado laboral, o la gran proporción de pymes, más vulnerables ante este tipo de crisis.
En este escenario, ha recordado que el Banco de España ha abogado por que la política fiscal óptima sea tener «una política expansiva muy activa» que evite que el shock transitorio dañe permanentemente a la economía. «Sigo pensando que es la respuesta correcta. Las noticias positivas relacionadas con la vacuna son cruciales, pero sabemos que llevará algún tiempo traducirse en resultados económicos positivos. Por lo tanto, es importante que la política fiscal siga siendo un gran apoyo», ha sostenido. En su opinión, esto es «absolutamente compatible» con reconocer que una de las principales consecuencias negativas de la crisis será que el nivel de deuda pública de España será mucho mayor.
«Mi propuesta en el Congreso ha sido que primero reconozcamos el problema. En segundo lugar, que comencemos a prepararnos para el proceso de consolidación que será necesario para estabilizar y reducir la deuda y el déficit público, incluso si, como he argumentado, no es el momento adecuado para iniciarlo. Y que esto vaya acompañado de la implementación de las reformas estructurales que sabemos que son absolutamente necesarias», ha señalado.
Por otro lado, el gobernador del Banco de España ha incidido en que las políticas activas de empleo deben permitir que el mercado laboral funcione de manera flexible para que las empresas que sufren una reducción permanente de la demanda puedan adaptarse. En este sentido, ha asegurado que el fondo de recuperación de la Unión Europea es «crucial» y «tiene la capacidad de marcar la diferencia», si bien los fondos deberán desplegarse mediante un proceso muy selectivo que no tenga solo en cuenta su impacto a corto plazo.
«Es aún más importante que se centren en aumentar el crecimiento de la producción potencial de esta economía con una perspectiva a medio plazo. Es una combinación difícil: estos proyectos deben definirse lo más rápido posible, pero deben diseñarse para tener un efecto duradero», ha advertido. Hernández de Cos, que también es miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), también ha sido preguntado por las nuevas medidas que el organismo europeo aprobó el pasado 10 de diciembre como respuesta al repunte de la pandemia.
El BCE amplió en 500.000 millones el volumen de su programa de compra de activos contra los efectos de la pandemia (PEPP) y dijo que no era necesario agotar el programa en su totalidad si se podían mantener condiciones favorables de financiación.
Preguntado sobre si este último apunte implica que no se ampliará el programa o que hay una falta de voluntad por parte del BCE para proporcionar nuevos estímulos, Hernández de Cos ha resaltado que el organismo quiso dar con ese mensaje una señal de eficiencia y que la clave reside en mantener unas condiciones de financiación favorables. «Si somos capaces de mantener unas condiciones de financiación favorables sin utilizar la dotación completa, lo haremos. Pero si este no es el caso, por el motivo que sea, y necesitamos utilizar plenamente lo que ya hemos aprobado o incluso aumentarlo, también estamos dispuestos a hacerlo», ha asegurado.
Hernández de Cos también ha descartado que la extensión del PEPP lo esté transformando en un mecanismo de control de la curva de rendimiento, ya que el programa no incorpora el compromiso de comprar la cantidad necesaria para mantener los rendimientos en el nivel objetivo y tampoco mira a los rendimientos de ningún emisor o sector en particular, si bien ha reconocido que el control de la curva de rendimiento «es una opción que vale la pena explorar», aunque compleja en la eurozona por la existencia 19 curvas de rendimiento soberano.
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