El vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, enfatizó la “urgencia” de actuar para evitar una escalada de préstamos dudosos en los balances de los bancos o, de lo contrario, las entidades financieras acumularán estos activos tóxicos “durante años”. La CE ya hizo hincapié en la importancia de actuar rápido y no llegar a la misma situación que en la pasada crisis hace unas semanas, y puso en marcha un plan de acción sobre los créditos en morosidad. Pero según afirman varios eurodiputados consultados por este periódico y varias entidades financieras, el plan es aún muy ambiguo.
Aunque la CE pretende reforzar las medidas para evitar un deterioro de los balances de la banca como consecuencia de la subida de la morosidad. “Unos balances bancarios deteriorados durante un mayor periodo de tiempo en una crisis perjudicaría la recuperación económica. Si fracasamos esta vez, los NPL (préstamos dudosos, por sus siglas en inglés, non performing loan) crecerán durante años”, ha advertido en una rueda de prensa tras la reunión telemática de los ministros de Finanzas de la UE (Ecofin).
El letón presentó a los responsables económicos de los 27 el último plan de acción del Ejecutivo comunitario para buscar una salida a los créditos improductivos, a pesar de que “gracias a las ayudas que han dado los Estados miembros” no se ha detectado un aumento de su nivel ni de los procedimientos de insolvencia empresarial. “Es esencial que los bancos sigan prestando a la economía real y apoyando la recuperación. Europa todavía está en un shock económico”, subrayó Dombrovskis.
La Comisión anunció el 16 de diciembre su estrategia, con el plan de acción, pero renunció a crear un banco malo europeo que acumulase los activos tóxicos de la banca en bloque. A cambio, se abrió a explorar la creación de una red que conecte las firmas nacionales de gestión de activos, como Sareb.
En este sentido, se pretende potenciar la red de bancos malos a nivel europeo para crear una mayor cooperación y crear sinergias (dando lugar a economías de escala). Los beneficios de dicha red dependerían mucho de la homogeneidad y la cantidad de bancos malos nacionales, que podrían tener financiación privada o parcialmente pública.
La banca considera bueno que ya no hable de un único banco malo europeo, sino de una red. Pese a ello, varias entidades consultadas por este periódico no son partidarias de esta solución, porque es costosa, tardaría en llegar y los NPL de esta crisis son heterogéneos, por lo que “es difícil sacarles valor”, explican desde un gran banco.
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