La Comisión Europa acudirá a los mercados en junio para emitir deuda por valor de entre 150.000 y 200.000 millones de euros al año desde ahora hasta 2026 para financiar el fondo de recuperación llamado a revitalizar la economía europea. Es la consumación de lo decidido en la larga cumbre europea de julio pasado, que ahora está en vías de concretarse en unos desembolsos previstos para el verano.
El anuncio lo hizo ayer el comisario de Presupuestos, Johannes Hahn, después de la reunión de los ministros de Economía de los 27. “La UE se convertirá en uno de los mayores emisores en euros del mercado”, escribió Hahn en su cuenta de Twitter, para precisar que el 30% de los 750.000 millones de euros del plan de recuperación serán bonos verdes, para ser consecuentes con el compromiso de la UE con la transición ecológica. En realidad, estamos hablando de 800.000 millones a precios actuales, ya que los 750.000 son precios de 2018.
También el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, cree que en junio podrán ir a buscar la financiación, aunque todo está condicionado a que los 27 países terminen el proceso de ratificación. Siete ya lo han hecho. “Pido al resto que ratifique rápidamente la decisión de recursos propios de la UE para que la Comisión pueda iniciar su programa de emisión de deuda”, dijo Dombrovskis.
El reglamento del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (RRF), que forma el núcleo central del plan de recuperación, se publica este jueves en el diario oficial de la UE, con lo que a partir del día siguiente se podrán presentar oficialmente los planes de recuperación. España tiene previsto hacerlo en marzo.
Una vez presentados los planes, deben evaluarse en un plazo máximo de tres meses, dos para que la Comisión haga su análisis y uno adicional para el visto bueno del Consejo. Una vez aprobado, y siempre que la Comisión disponga de la financiación, cada país recibirá inmediatamente un anticipo del 13%.
Son los fondos para estimular una economía de la zona euro que el año pasado cayó un 6,8% según los datos publicados ayer por Eurostat. Los resultados por trimestre a lo largo de 2020 muestran la evolución del impacto de la pandemia. En el segundo trimestre, se produjo la mayor caída del PIB (11,7%) desde que empezaron estas series en 1995, seguido por un crecimiento espectacular en el tercero (12,4%), pero que la nueva ola del virus truncó. Así, en el cuarto trimestre, la zona euro cayó un 0,6 %. España fue uno de los pocos grandes que creció en este último trimestre (0,4%),
De cara al futuro, serán las previsiones económicas que Bruselas publicará a principios de mayo las que servirán de base para tomar decisiones clave, como si se mantiene la cláusula de escape general más allá de 2021. Antes del verano debe decidirse, de forma que los países dispongan de una información indispensable para elaborar sus proyectos de planes presupuestarios en otoño.
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