Luxemburgo y Países Bajos, dos países de la UE, están en el top 10 de la lista de los mayores paraísos fiscales del mundo, un ranking que elabora cada año la alianza Tax Justice Network, un acreditado grupo de expertos y de economistas que ha sido nominado este año para el premio Nobel de la Paz. La presencia de estos dos países europeos choca por su ausencia en otra selección, la de Unión Europea, según la cual sus dos estados miembros están fuera de cualquier sospecha.
El estudio de Tax Justice Network sitúa en los primeros tres lugares del ranking a tres países vinculados a la corona británica: Islas Vírgenes, Islas Caimán y Bermudas. Justo detrás, tres países incrustados en el corazón de Europa: Países Bajos, Suiza y Luxemburgo. “El abuso global cuesta al mundo 206.000 millones de euros en impuestos corporativos perdidos cada año”, señala el estudio. Sólo Holanda y Luxemburgo causan 20.000 millones de pérdidas a escala mundial, el 10% del total.
En cambio, la última lista de la UE de países y territorios no cooperadores a efectos fiscales, elaborada hace pocos días, incluye a Samoa Americana, Anguila, Dominica, Fiyi, Guam, Palaos, Panamá, Samoa, Trinidad y Tobago, Islas Vírgenes de los Estados Unidos, Vanuatu y Seychelles. Pero ningún Estado europeo está presente. “Hay 31 países en todo el mundo con tasas impositivas corporativas bajas o nulas, pero solo tres de ellos están en la lista negra de la UE”, criticaba Chiara Putaturo, de Oxfam.
Si bien es comprensible que Bruselas no quiera meterse con la política fiscal de sus propios estados miembros, esta disonancia está causando conflictos y malestar en el seno de los mismos organismos europeos. El pasado mes de diciembre, el Comité de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo adoptó una resolución al calificar la lista negra de los paraísos fiscales elaborada por la Consejo Europeo, que se actualiza dos veces al año, como “confusa y poco efectiva”. Esta resolución, muy crítica con Bruselas, fue aprobada en enero por el Parlamento Europeo con 587 votos a favor, 50 en contra y 46 abstenciones.
“Los países y territorios que en ella figuran representan menos del 2% de las pérdidas de ingresos fiscales mundiales”, afirmaba el documento. “Mientras tanto, Países Bajos, Suiza y Luxemburgo juntos suministran casi el 15% de los abusos de impuestos corporativos globales, pero se excluyen automáticamente de la lista negra europea. La UE no puede reconstruirse después de la pandemia si sigue ignorando la trampa del paraíso fiscal bajo sus pies”, explica Alex Cobham, consejero delegado de Tax Justice Network,
Hace poco más de dos semanas, Paul Tang, el presidente del Subcomité Europeo de Asuntos Fiscales de la Eurocámara declaró que “la lista de paraísos fiscales de la UE no está a la altura. Los países que no tienen impuesto de sociedades permanecen fuera de la lista, lo que deja la puerta abierta a la elusión fiscal a gran escala. La falta de transparencia permite que las consideraciones políticas triunfen sobre los hechos. Los juegos políticos deben eliminarse de este proceso “.
En un documento del pasado 16 de febrero, los técnicos del Ministerio de Hacienda, Gestha, avanzaron que Andorra, Chipre, Irlanda, República Checa y Luxemburgo “podrían ser paraísos fiscales en la próxima lista de España tras la actualización del listado de la UE”. En este sentido, Gestha indica que el traslado de beneficios de las multinacionales a territorios con baja tributación provoca un agujero en las arcas públicas del 14% de los ingresos anuales que se obtienen en España por el impuesto de sociedades.
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