El Gobierno destinará unos 10.000 millones de euros de los fondos europeos que España recibirá para salir reforzada de la crisis del Covid-19 en combatir la despoblación rural con el objetivo de que acaben aportando más del 30% del PIB nacional que arrojan actualmente. El plan ha sido presentado este martes por la vicepresidenta cuarta y ministra de la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, que ha recordado que las zonas rurales aportan el 40% del PIB en Francia y más del 50% en Alemania.
“Vemos sesgo que se traduce en una concentración de renta y riqueza en tres o cuatro grandes áreas metropolitanas frente a la perdida en gran parte de la España interior que provee de servicios ambientales y de alimentos a las áreas urbanas”, ha expuesto Ribera. El Gobierno, expone ha detectado un incremento en el envejecimiento y la masculinización de las zonas rurales, por lo que concluyen que es necesario impulsar un aumento de las oportunidades laborales, especialmente de las mujeres, en dichas áreas y esforzarse en rejuvenecer estos territorios.
A tal fin, el Ejecutivo ha decidido impulsar una batería de medidas contra la despoblación de la llamada España vacía aprovechando el Plan de Recuperación y Resiliencia que se nutrirá de los 80.000 millones en subvenciones que se recibirán entre 2021 y 2023. En este sentido, ha detallado Ribera en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros se destinarán 10.000 millones de los fondos a recibir en ese periodo a impulsar una mejora de oportunidades en los pequeños municipios españoles.
Ribera ve un gran margen de actuación tras comprobar que dentro de la campaña de manifestaciones de interés al que los distintos Ministerios han comenzado a abrirse para recibir propuestas sobre la inversión de las ayudas europeas, han llegado 4.200 del ámbito de la despoblación, el 60% de pequeñas localidades, lo que supone el paquete más amplio recepcionado por el Ejecutivo hasta la fecha.
El plan pasa por dar un impulso a la transición ecológica justa y beneficiosa para el medio rural, para situarlos en la vanguardia de la transición ecológica, mediante 21 medidas incluyendo rehabilitación energética de edificios públicos y privados; proyectos piloto de energía sostenible; un plan de saneamiento y rediseño de sistema de aguas; o impulso a la digitalización de los entornos rurales.
A su vez, se impulsarán planes de capacitación digital y formación profesional en 3000 municipios; se tratará de acercar la administración a los habitantes de dichas poblaciones, o se reforzarán los servicios públicos mediante canales digitales. En paralelo, se apostará por ofrecer una red de planes de cuidados para atender a la tercera edad, más relevante en estas zonas, creando así nuevas oportunidades laborales en estas áreas geográficas.
Ribera ha destacado que el diseño de las 130 medidas del plan ha sido fruto de la negociación abierta con la Federación de Municipios y Provincias, la FEMP, y que para llegar a los municipios más pequeños se trabajará con diputaciones y mancomunidades.
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