Los prejuicios, la parcialidad y algunas prácticas, como presentar a acusados esposados en un juicio, socavan en muchos países europeos el derecho a la presunción de inocencia, ha advertido la Unión Europea (UE) en un informe. «La presunción de inocencia se aplica a todas las personas, sin importar quiénes son o de dónde proceden. Sin embargo, los prejuicios personales pueden influir incluso a jueces y jurados», afirma Michael O’Flaherty, director de la Agencia de los Derechos Fundamentales (FRA) de la UE, en un comunicado.
«Todos los acusados merecen ser considerados inocentes hasta que un tribunal independiente les condene como culpables, pero nuestros prejuicios y lo que vemos y leemos puede afectar a nuestra percepción de culpabilidad», añade. De ello dan constancia los resultados de un estudio llevado a cabo por la FRA, con 123 entrevistas a abogados, jueces, oficiales de policía y periodistas de nueve países de la UE. Las conclusiones del informe muestran que, pese a la existencia de un marco legal, los derechos de los acusados no siempre se respetan por igual, razón por la cual la FRA pide a las autoridades de los estados miembro adoptar «medidas eficaces».
Solo la mitad de los entrevistados aseguró que la presunción de inocencia se aplica por igual con todos los detenidos. Uno de los factores que más condiciona el trato de un acusado durante el juicio es su origen étnico, indica la FRA, con sede en Viena. Las convicciones previas del jurado, la nacionalidad, el tipo de crimen, el género y el estatus social condicionan los derechos de las personas especialmente en Bulgaria, Italia, Lituania, Portugal y Polonia. El documento también hace hincapié en el papel de los medios de comunicación.
Por un lado, aboga por intentar que los acusados no aparezcan esposados o encerrados en cajas de vidrio cuando la prensa los fotografía. Por otro lado, recuerda que la publicación de la identidad de un acusado viola su derecho a la presunción de la inocencia, pues las acusaciones vertidas en su contra no se anulan de forma retroactiva en la opinión pública. «Cuando se muestra el rostro de un individuo que ha sido arrestado por supuesta pedofilia, incluso si luego es absuelto, será difícil que se libere de dicha sospecha», resalta un periodista portugués, citado en el estudio.
Según la FRA, también hacen falta mejoras en la administración a los acusados de información relacionada con sus derechos, como el de guardar silencio y no incriminarse al ser detenidos por la policía. Esta práctica no se respeta siempre en Alemania y Bélgica, según los abogados entrevistados, que alertaron de casos en los que sus clientes fueron coaccionados por la policía para testificar. «Esperamos que la información aquí mostrada ayude a los encargados de hacer estas políticas a plantearse estas cuestiones y, en últimas instancias, fomentar una mejor protección y una cooperación más fuerte», concluye O’Flaherty.
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