La comparecencia de la presidenta del FROB, Paula Conthe, en la comisión de la calidad democrática del Congreso había levantado bastante expectación. La fusión de CaixaBank con Bankia, en la que el Estado controlaba casi el 62% y tras esta operación corporativa el control público se ha diluido al 16,1%, la próxima salida de la banca de Sareb para quedarse en manos totalmente públicas, o la votación a favor o en contra de la retribución de la cúpula de CaixaBank (salarios criticados por el Gobierno) en la junta del mañana viernes del gigante bancario, eran algunas de los asuntos que centraban la atención de los políticos. Pero la responsable del FROB optó por no salirse del guion.
Solo respondió a las cuestiones relacionadas con la comisión. Aunque su intervención, primera en la que interviene en el Congreso tras sustituir a Javier Ponce en el cargo (antes de su nombramiento ya acudió en calidad de candidata al cargo), no dejó indiferente a los diputados. Conthe ha pedido que el fondo de rescate español tenga más competencias en materia de resolución de entidades y siga actuando como entidad independiente o, por el contrario, pase a integrarse en el Banco de España. Considera que el modelo español de resolución de entidades opera con razonable eficacia, no obstante “hay margen de mejora”, explicó durante su comparecencia, que apenas ha durado poco más de una hora.
En su opinión, la división entre la función de resolución preventiva del Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), y la función de resolución ejecutiva que corresponde al FROB, a menudo resulta “artificial”, lo que puede generar confusión en la atribución de responsabilidades y operativamente puede dar lugar a duplicidades y desaprovechamiento de sinergias. Por eso, aunque cree que esta división tuvo sentido en un momento coyuntural, plantea que en el medio plazo deberían integrarse las funciones preventivas y ejecutivas de resolución en una misma autoridad, como recomendó el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Conthe considera que la integración de las funciones de resolución podría hacerse mediante dos opciones: con mayores poderes al FROB, o con la integración en los supervisores. La primera supondría dar más poder al FROB, al incorporar las competencias de resolución preventiva que tienen ahora el Banco de España y la CNMV; el FROB se convertiría así en la autoridad de referencia en materia de resolución, con un mandato “claro y unívoco”. La principal ventaja es que permite salvaguardar de una forma “clara e inequívoca el principio de independencia y la separación entre funciones supervisoras y de resolución”, ha explicado Conthe.
El escollo es que, con las funciones de resolución y supervisión en dos autoridades independientes, el FROB seguiría sin tener acceso a la información supervisora actualizada. Además, podrían darse duplicidades por la necesidad de una mayor coordinación. Este es el modelo elegido en la Unión Bancaria con la Junta Única de Resolución como autoridad de resolución central.
En cuanto a la segunda opción, consistiría en que los departamentos de resolución del Banco de España, o de la CNMV, sumen las funciones de resolución ejecutiva del FROB. La ventaja es que la función de resolución tiene un acceso más fácil a información actualizada y a la perspectiva y conocimiento específicos de supervisión, lo que ayuda en la elaboración de planes y permite un seguimiento en tiempo real en el caso de que se deteriore la situación de una entidad, ha explicado.
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