Estados Unidos considera que la tasa sobre servicios digitales aprobada por España resulta discriminatoria y perjudica los intereses comerciales estadounidenses, por lo que ha determinado imponer un arancel adicional del 25% a una serie de productos españoles, aunque ha suspendido su aplicación por 180 días para dar tiempo a las negociaciones sobre fiscalidad internacional en el seno de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Además de España, la Administración estadounidense también ha determinado la imposición de aranceles adicionales sobre productos procedentes de Austria, India, Italia, Turquía y Reino Unido como represalia por la introducción de gravámenes sobre los servicios digitales. «El impuesto a los servicios digitales de España no es razonable, es discriminatorio y grava o restringe el comercio de EE UU», ha señalado la representante comercial de EE UU, Katherine Tai, en referencia al caso español.
No obstante, si bien la determinación final de las investigaciones desarrolladas por las autoridades estadounidenses es imponer aranceles adicionales a ciertos bienes de estos seis países, EE UU ha determinado la suspensión de los mismos por un periodo de hasta 180 días «para brindar tiempo adicional para completar las negociaciones multilaterales en curso sobre tributación internacional en la OCDE y en el G20».
«Estados Unidos está enfocado en encontrar una solución multilateral a una variedad de problemas clave relacionados con la tributación internacional, incluidas nuestras preocupaciones sobre impuestos a los servicios digitales», dijo Katherine Tai. En este sentido, la funcionaria estadounidense subrayó que la primera potencia mundial mantiene su compromiso de alcanzar un consenso sobre cuestiones tributarias internacionales a través de los procesos de la OCDE y el G20.
«Las decisiones de hoy brindan tiempo para que esas negociaciones continúen avanzando mientras se mantiene la opción de imponer aranceles si se justifica en el futuro», añadió.
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