Un 68% de los asesores fiscales considera que el cambio de residencia fiscal de personas físicas por motivos tributarios hacia otros países va en aumento, que se está convirtiendo en tendencia, lo mismo que ocurre con los cambios de residencia fiscal entre comunidades autónomas, según un 67,9% de los profesionales de la asesoría fiscal.
Así, lo recoge el informe, elaborado por el Registro de Economistas Asesores Fiscales (Reaf), el Consejo General de Economistas, bajo el título: La opinión de los economistas asesores fiscales sobre nuestro sistema tributario. Pero la tendencia va más allá de los simples cambios de residencia, puesto que un 50% de los entrevistados reconoce que cuando se producen, estos cambios hacia otros países u otras comunidades autónomas (55,4%), estos son mayoritariamente ficticios.
Un 87,3% estima que las diferencias en la normativa de los impuestos que se pagan en cada comunidad autónoma provocan cambios, reales o ficticios, en la residencia fiscal de las personas. Y un 62% considera que no se pueden mantener diferencias sustanciales en el nivel de presión fiscal entre territorios. A este respecto, el presidente del Reaf, Agustín Fernández, a la vista de los resultados de la encuesta estima que «cuando se establecen diferencias tributarias entre comunidades autónomas no se debe perder de vista que pueden motivar cambios de residencia».
Junto a su experiencia como asesores fiscales, de los 900 profesionales encuestados un 57,7%, señala que en sus despachos se ha incrementado el número de consultas para cambiar la residencia fiscal ha aumentado. Un porcentaje elevadísimo de los asesores fiscales (86,5%) reconoce que la Agencia Tributaria no se adapta al mundo de la empresa y de los contribuyentes, en general y en un 96,1% estiman que en los procedimientos de gestión e inspección de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (Aeat) predominan criterios recaudatorios sobre los de justicia tributaria.
Los profesionales son críticos con el sistema fiscal, y piensan que no mejora con el tiempo. Se aprecia un incremento de la dureza, especialmente en actuaciones de comprobación por los órganos de gestión tributaria y, sobre todo, en el caso de la Aeat. Cerca del 50% señala que se han endurecido las actuaciones de gestión y, tan solo un 27,8% cree que también lo han hecho las de inspección, mientras que un 20%, tan solo, reconoce el esfuerzo por facilitar el cumplimiento de las obligaciones.
Menos unanimidad en las respuestas al Consejo General de Economistas hay al abordar la conveniencia de que se mantenga la distribución actual de responsabilidades entre la Agencia Tributaria y las comunidades autónomas. Asesores y contribuyentes prefieren un interlocutor único en la aplicación de los tributos, por lo que valoran positivamente la integración de Administraciones tributarias. Apelando a su experiencia, el 43,7% de los asesores fiscales encuestados cree que no se tendría que modificar, frente a un 57,5% que se muestra convencido de la necesidad de modificar la actual distribución.
Esta diferencia es más pequeña entre quienes consideran que la Agencia Tributaria estatal tendría que ser la única administración tributaria asumiendo las competencias de las administraciones autonómicas (49,3%) y quienes rechazan esta idea. Mayor aceptación, sin embargo, encuentra la idea de que tendría que haber una única administración tributaria integrada por el Estado y las CCAA (62,4%) frente a quienes refutan esta opción (33,9%).
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