Hacienda había presupuestado inicialmente el consumo de 3.872 millones en beneficios fiscales de Sociedades, si bien la desaceleración en la recuperación económica le ha llevado a moderar su cálculo a los 3.740 millones en la elaboración del Presupuesto de 2022, ejercicio para el que prevé un incremento de 1.934 millones.
Estos beneficios fiscales son el conjunto de deducciones, reducciones, exenciones o tipos especiales que se ofrece a las empresas para incentivar determinadas prácticas y que les permiten aminorar el pago real del impuesto frente al tipo nominal de partida del 25% (30% para banca y petroleras). En 2022, por primera vez, esa rebaja no podrá erosionar el umbral del 15% de la base imponible (que es el beneficio una vez realizado otros ajustes contables por créditos fiscales, fusiones y otros supuestos), o el 18% en el caso de banca y petroleras.
En todo caso, el límite regirá solo para grupos consolidados, o firmas que facturen más de 20 millones, y la mayoría ya paga más del 15%, por lo que Hacienda asume que apenas recaudará 400 millones de las 1.070 mayores empresas. Más allá, el motivo por el que la cuantía de beneficios fiscales aplicados crecerá pese a este nuevo límite es fundamentalmente “el efecto simultáneo de un ciclo económico más favorable que el observado” en 2021, justifica Hacienda, lo que impulsará más la actividad y conllevará una “ampliación del conjunto de incentivos” disponibles. A partir de ahí, el Gobierno apunta en los Presupuestos a una serie de factores clave.
El primero de ellos parte de la previsión de que las sociedades de inversión de capital variable (las sicavs) disparen su beneficio elevando, en consecuencia, en un 251,6%, hasta los 568 millones, el beneficio fiscal que deriva de su potestad de tributar a un tipo reducido de tan solo el 1%. Otro tanto ocurre con las sociedades cotizadas de inversión inmobiliaria, las socimis, aunque en su caso el nuevo gravamen especial del 15% aplicado a partir de 2021 “atenúa el crecimiento inercial de los beneficios fiscales asociados a estas entidades”, admite Hacienda, lo que modera el incremento para 2022 al 40,8%, en los 235 millones.
Más allá, la mejora económica prevista para 2022 animaría la actividad general y el aprovechamiento de beneficios concretos como las deducciones por inversiones en Canarias (que crecerían un 91,1%, hasta los 369 millones); la deducción por donaciones, que subirá un 49,3%, hasta los 257 millones), o la reducción por reservas de capitalización, que aumenta un 46,7%, a 625 millones. En paralelo, las deducciones asociadas a la I+D+i avanzarían un 39,2%, hasta los 891 millones, y los incentivos pendientes de inversiones de ejercicios anteriores crecen un 37,4%, hasta los 754 millones.
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