Cada vez más despachos prestan atención a lo que se dice de ellos en las redes
“Lo peor de lo peor”. “No le pongo cero estrellas porque es imposible”. “Profesionales no lo pongo en duda, pero prepotentes y soberbios también”. “El gabinete no sé cómo trabajará, pero la seguridad es pésima”. No son quejas sobre el confort de una habitación de hotel o sobre la calidad de un restaurante: son opiniones…