Los planes de contingencia que preparan muchas compañías de la City afectarán a miles de empleados. La consigna entre los ejecutivos es tener las maletas preparadas. Quien más y quien menos en la City de Londres ha empezado a hacer planes de futuro. Hasta hace un año, los empleos en uno de los grandes centros financieros del mundo parecían seguros, pero tras el referéndum de junio de 2016 -cuando los británicos votaron a favor de salir de la UE- los banqueros saben que sus puestos en Londres están en entredicho.
La consigna entre los ejecutivos del mundo financiero es tener las maletas preparadas por si la empresa te invita a cambiar de país. «Todos nuestros amigos de la City están mirando colegios y casas en París, Fráncfort y otras ciudades por si tienen que moverse», explicaba a este periódico una directiva española de un banco de inversión. «Hay bastante preocupación porque nadie sabe cuál va a ser la dimensión final del Brexit».
Los informes que presagian malos tiempos para la City de Londres se multiplican. Algunos hablan de la pérdida de 100.000 empleos. Otros, los más optimistas, sólo de 7.000. Pero a estas alturas, y con el proceso de divorcio con Bruselas en marcha, todos asumen que el Brexit va a pasar factura a uno de los emblemas de la capital británica y sostén de la economía de Reino Unido. En general, los directivos de los grandes grupos financieros anticipan un «Brexit duro», que les impedirá seguir dando servicios a los clientes de la UE desde Londres, por lo que necesitarán un lugar dentro de la Unión desde donde hacerlo.
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