España siempre ha destacado en la Unión Europea por la alta temporalidad del empleo. Y también despunta por ser el país donde más se trabaja con un contrato eventual no por voluntad, sino porque no se ha podido encontrar un contrato indefinido: el 91,4% de los casi cuatro millones de trabajadores se encontraba en esta situación en 2016, según el servicio estadístico de Eurostat. Solo Chipre tiene un porcentaje más alto, el 92,2%, otro de los Estados que ha sufrido con saña la dureza de la crisis financiera.
Un empleo a jornada completa e indefinido. En bastantes lugares ese sigue siendo el anhelo de quienes trabajan a tiempo parcial y temporalmente. Y lo es principalmente en España, donde la mayoría de que quienes tienen una ocupación de estas características quiere otra más estable y por más horas. Al fin y al cabo, el sueldo es más alto a jornada completa.
Entre los que trabajan a media jornada, el 62% preferiría completarla; y entre quienes tienen un contrato con fecha de caducidad, el 91,4% se decantaría por uno de duración indefinida. Como Laura Martínez, de 26 años, que pese a haber acabado psicología y dominar el inglés trabaja de teleoperadora para un proveedor de Vodafone. “Está claro que me gustaría tener una estabilidad superior a los dos meses, el tiempo que dura mi contrato actual”, admite. Por descontado, en una ocupación que tuviese más relación con sus estudios.
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