El Ministerio de Trabajo calcula que en 2019 se generarán 400.000 nuevos empleos. Pero esta previsión no coincide con las que maneja el Ministerio de Economía y que ayer mismo refrendó la ministra de Hacienda, que recogen que entre 2018 y 2019 se generarán 800.000 nuevos empleos. Y, tal y como recordó ayer la propia Montero, el pasado año ya se contabilizaron 563.965 nuevos puestos en términos de Seguridad Social. Esto significaría que la previsión de creación de empleo caería prácticamente a la mitad en 2019, con poco más de 236.000 nuevos empleos.
Estas previsiones tampoco coinciden con el incremento del empleo del escenario macroeconómico que estima un alza de la ocupación del 1,8% en 2019, lo que supondría una ganancia de 342.000 trabajadores. Preguntada por estas diferencias, Montero explicó que las cifras incluidas en el Presupuesto son “aproximatorias”.
Por ello, desde el Gobierno prefieren hacer hincapié en que el aumento de la recaudación se producirá, sobre todo, por medidas tomadas por el Ejecutivo. En concreto, por el aumento de las bases mínimas de cotización un 22,3% derivadas del incremento en esta proporción del salario mínimo interprofesional (SMI) hasta los 900 euros mensuales en 14 pagas. También al incremento del 7% de las bases máximas de cotización, que quedan fijadas en 4.070 euros al mes. Asimismo, por la subida de la base mínima de cotización de los autónomos un 1,25% y los tipos de cotización de este colectivo al 30%. Finalmente, otra de las medidas que contribuirá a esta mejora de los ingresos es la recuperación del subsidio por desempleo para mayores de 52 años y la elevación del 100% al 125% de la base mínima de cotización de sus beneficiarios.
Junto al aumento del empleo y las medidas de incremento de las bases de cotización, el Gobierno prevé que los sueldos crezcan un 2,1% y la productividad, un 0,3%, el doble de lo estimado para elaborar las cuentas de 2018 en ambos casos.
Con estos ingresos por cotizaciones, más unas transferencias del Estado de ingresos impositivos por valor de 15.484 millones para pagar los complementos a mínimos y prestaciones no contributivas del sistema, la Seguridad Social tendrá que pagar los 154.645 millones de euros que suman este año los compromisos por pensiones, un 7,2% más.
Entre las cuestiones principales que incluye esta partida de gasto está una revalorización inicial de todas las pensiones del 1,6%; un avance del 3% de las mínimas y las asistenciales; y una elevación de la base reguladora de las pensiones de viudedad del 56% al 60%. Esto último supondrá un incremento de la pensión de viudedad del 7% para aproximadamente medio millón de beneficiarias. Además, el sistema costeará las prestaciones de maternidad y paternidad. Este último permiso se amplía de cinco a ocho semanas este año, con un coste de 825 millones. Asimismo, se abonarán 8.637 millones en bajas médicas de los trabajadores, un 8,2% más que el año pasado.
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