La Seguridad Social prevé gastar este año entre 7.000 y 7.500 millones de euros del Fondo de Reserva para pagar las pensiones. En verano ya sacó 3.514 millones, que se sumaron a los casi 6.000 millones del crédito que le concedió el Ministerio de Hacienda. Esto supone que, en diciembre, cuando llegué el momento de pagar la extra de Navidad y la liquidación del IRPF, el instituto previsor empleará entre 3.500 y 4.000 millones.
Lo que se recauda por cotizaciones sigue sin alcanzar para sufragar las pensiones. Esto se nota cuando llega el momento de hacer frente a las pagas extraordinarias y las liquidaciones del IRPF, en julio y en diciembre. Desde 2012, el Gobierno está recurriendo al Fondo de Reserva para solucionar ese desfase entre ingresos y gastos. Pero este año ha añadido un elemento nuevo: un préstamo de los presupuestos generales del Estado a la Seguridad Social.
Ese crédito asciende a 10.192 millones de euros y el Ministerio de Empleo pretende agotarlo. En julio ya consumió 5.986 millones, y para las necesidades financieras restantes pretende recurrir al Fondo de Reserva, según contaron los máximos responsables de la Seguridad Social a los agentes sociales en una reunión mantenida la semana pasada.
En esa cita, también apuntaron que su previsión es sacar este año entre 7.000 y 7.500 millones del Fondo de Reserva. Si se tiene en cuenta que ya en julio se extrajeron 3.514 millones, la previsión de Empleo para diciembre se sitúa entre 3.500 y 4.000 millones. No obstante, fuentes de la Seguridad Social advierten de que la cantidad final estará en función de las necesidades de tesorería.
La suma de esos casi 10.200 millones del crédito más las previsiones de la Seguridad Social para el Fondo de Reserva apuntan a una diferencia entre ingresos y gastos que se acerca a los 18.000 millones. Esta cifra está en consonancia con las previsiones de déficit del Gobierno para este ejercicio, que apuntan a unos números rojos equivalentes al 1,6% del PIB. Esto supone que en 2017 tampoco se cerrará de forma significativa ese agujero, puesto que el año pasado el déficit alcanzó el 1,62% del PIB tras contabilizarse un desfase de 18.700 millones.
Y esto seguirá así a pesar del gran empuje de la afiliación. Gracias a ese tirón, la Seguridad Social contaba en septiembre con un 3,5% más de cotizantes. Ese porcentaje es incluso superior cuando se traslada a los ingresos, que solo teniendo en cuenta la evolución de las cuotas sociales crecen a un ritmo del 5,1%. Sin embargo, eso no es suficiente para compensar el aumento incesante de la factura de las pensiones. Según la ejecución presupuestaria de los primeros ocho meses del año, este capítulo crece un 3,43%.
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