El Banco de España ha revisado al alza la previsión de crecimiento de la economía española para este año desde el 2,4% al 2,7%. El organismo supervisor que dirige Luis Linde también ha mejorado su pronóstico para 2019 y 2020: del 2,1% al 2,3%, y del 2% al 2,1%, respectivamente. Los motivos: la menor incertidumbre en Cataluña, el mejor comportamiento del entorno exterior y la buena marcha de la actividad en España durante los últimos meses. El Panel de Funcas ya había mejorado al 2,7% el crecimiento el pasado lunes. Fuentes del Gobierno apuntan que el cuadro macro de Presupuestos también recogerá un 2,7%.
En diciembre de 2017, la entidad tuvo que bajar la estimación de crecimiento para este año en 0,2 puntos ante la incertidumbre generada por la deriva secesionista en Cataluña. Pero ahora, cuatro meses más tarde, el horizonte se perfila completamente distinto. El clima de tensión se ha relajado bastante, y el efecto del independentismo catalán sobre el resto de la economía española ha sido escaso. Por otra parte, la actividad en el exterior, y sobre todo en la zona euro, ha seguido ganando tracción, lo que se está traduciendo en una mejora en España de las exportaciones y de los indicadores de confianza. En Alemania, el acuerdo de Gobierno incluso sugiere que puede haber una política fiscal más expansiva, explica el supervisor.
Además, se espera que en España haya una cierta relajación de la consolidación fiscal que dé un impulso añadido a la actividad, en especial tras el acuerdo salarial y de empleo público firmado en la Administración. Por último, los datos más recientes apuntan que el Producto Interior Bruto español no se está desacelerando. Las cifras de afiliación a la Seguridad Social de los dos últimos meses incluso han recobrado algo de impulso añadido.
En este contexto, parece que la ralentización del crecimiento tardará un poco más y que la economía volverá a tener un buen año, apoyada por el aumento del empleo, el proceso de desendeudamiento y unas condiciones financieras muy favorables, lo que a su vez seguirá sosteniendo el consumo. De todas formas, se prevé que poco a poco todos estos elementos vayan moderando su crecimiento: “La expansión del producto continuaría sustentada en la demanda nacional, para la que, no obstante, se prevé una cierta desaceleración de sus distintos componentes en los próximos años. A su vez, la demanda exterior neta seguiría ejerciendo una contribución positiva, aunque ligeramente descendente”, reza la nota del Banco de España.
Según las estimaciones del servicio de estudios del Banco, el empleo seguirá creciendo a tasas elevadas, aunque a unos ritmos algo más moderados que los observados en el último trienio. El paro irá descendiendo hasta situarse cerca del 11% a finales de 2020. El director del servicio de estudios, Pablo Hernández de Cos, ha argumentado que los salarios tendrán que evolucionar atendiendo a las situaciones particulares de las empresas. «Todavía hay un 25% con una rentabilidad negativa en el cuarto trimestre del año pasado», ha indicado.
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