La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, comparece este miércoles en el Congreso para desgranar algunas de las medidas que prepara para abaratar el precio de la luz, tras la fuerte subida que experimenta desde hace semanas. Según fuentes del sector, Ribera planea anunciar una rebaja importante en el impuesto de generación, que grava ahora con un 7% la producción eléctrica.
Ahora se aplica sobre las compañías eléctricas y estas lo trasladan a los consumidores. Con la reducción de este impuesto, el ministerio pretende amortiguar la fuerte subida de los precios de la energía. Sin embargo, reducir esa carga solo permitirá rebajar una parte pequeña de la factura, ya que los costes fijos (como los peajes eléctricos o el alquiler de los contadores) se suman aparte a los gastos por el consumo. La ministra también avanzará algunos cambios en el bono social eléctrico para ampliar su alcance y que un mayor número de personas con rentas más bajas puedan beneficiarse de esta ayuda.
El precio de la electricidad, precisamente, vuelve este miércoles a alcanzar un nuevo máximo anual al cerrar la subasta mayorista de ayer con una cotización media de 75,93 megavatios hora (MWh), según datos del operador del mercado ibérico (OMIE). Esta escalada del precio de la electricidad está creando un clima de preocupación entre los consumidores. Aunque el encarecimiento se debe al incremento de los derechos de CO2, a la subida de los precios del petróleo y a la falta de aportación de las fuentes energéticas locales, con menor aportación de las renovables los políticos buscan medidas para atajar esta subida.
El impuesto de generación de energía es un tributo creado por el PP en 2012, en lo peor de la Gran Recesión, para que ese gravamen del 7% a la producción de energía de las eléctricas permitiera acabar con el déficit de tarifa, que llegó a generar una deuda de más de 20.000 millones. Este impuesto fue recurrido por Iberdrola en los tribunales. Tras un largo pleito, el Tribunal Constitucional avaló el impuesto el pasado julio.
El responsable de Economía del PP, Alberto Nadal, confirmó ayer que preparaba un proyecto de ley que pasa por anular ese mismo impuesto, lo que, según sus propios cálculos, permitirá bajar el recibo de la luz un 3,5%. Nadal explicó que la idea consiste no tanto en eliminar el impuesto, sino en poner un gravamen del 0% para que en caso de que baje el precio del petróleo y se abaraten las emisiones de CO2 se pueda recuperar si es necesario. El responsable económico de los populares calcula que la supresión de este impuesto que recauda alrededor de 1.700 millones al año se podría compensar por el aumento de los ingresos por la mayor aportación de los derechos de emisión de CO2 y por los mayores ingresos impositivos que el Estado obtiene por el alza del precio de la electricidad.
Hasta ahora el sector eléctrico pagaba a la Administración unos 450 millones por los derechos de emisión de CO2, pero el encarecimiento de los bonos que permiten expulsar dióxido de carbono podría elevar los ingresos hasta los 1.500 millones. La recaudación adicional por IVA e impuestos especiales que grava el recibo de la electricidad también aportará unos 800 millones extraordinarios.
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