El mercado laboral perdió 204.865 afiliados. Es el peor comienzo de año desde 2013. Con esta rebaja, el número total de cotizantes ocupados en la Seguridad Social cae a 18.819.300, según el Ministerio de Trabajo. Tampoco fue bueno el mes para el paro registrado. Las oficinas de empleo públicas contaron 83.646 desocupados más que en diciembre. Lo que llevó la cifra agregada de desocupados hasta los 3,3 millones. Pese al mal dato de enero, la tendencia de fondo del mercado laboral sigue siendo positiva, en el último año la afiliación ha crecido casi un 3%.
El final de la campaña navideña en el comercio y la reducción del consumo en bares y restaurantes en enero, también la finalización masiva de contratos vinculados al año natural, suelen convertir el primer mes del año en un periodo negro para el mercado laboral español. Así ha sido también en 2019. Esas dos ramas de afiliación han sido las que más cotizantes han perdido: una media de 44.505 en hostelería y otros 42.501 en comercio.
Tampoco ramas vinculadas al sector público tuvieron un buen comportamiento. En la de Administración pública y defensa el retroceso fue de 36.642 afiliados, una caída que multiplica por seis la del mismo mes del año anterior. Otra, como la sanitaria, perdió 10.074 asalariados frente a una ligera ganancia de 246 el año pasado.
Aunque menor que en estas actividades, la reducción de la afiliación afectó a casi todas las ramas. Solo aumentó en el sector inmobiliario —no en la construcción— y entre los asalariados del sector agrícola. La evolución del mercado laboral este año se observará con lupa, más si cabe que hasta ahora, por la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) del 22,3%. Este mes ha sido el primero con el suelo legal de las remuneraciones en 900 euros mensuales y, por ahora, parece pronto para sacar conclusiones, porque los datos de enero lanzan señales contradictorias.
Es cierto que la caída del empleo ha sorprendido negativamente en los servicios, donde se pagan menores salarios y, por tanto, podría tener más incidencia ese aumento. Pero dentro de los servicios ha sido la rama del empleo público una de las que más ha empeorado respecto al mismo mes del año anterior, duplicando la reducción de entonces (12.750 en 2019 frente a 6.181 en 2018). Y en la Administración los sueldos de los trabajadores peor pagados son más altos que en otras ramas del sector servicios. Y por lo tanto están menos afectados por el aumento del SMI. En cambio, hostelería y comercio han tenido una evolución similar a la de 2018, pese a que esa medida sí tiene más impacto en estas actividades.
También entre los asalariados del sector agrícola, donde la incidencia del salario mínimo es alta, el empleo ha tenido mejor comportamiento en enero de 2019 que un año atrás. Esto podría interpretarse como una señal de incidencia nula o escasa.
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