En el año 2040 solo se podrán vender vehículos que no emitan CO2 y en 2050 este tipo de coches ya no podrán circular por las carreteras, una limitación que afectará también al parque marítimo. Así lo establece el anteproyecto de Ley de Cambio Climático que, junto con el borrador d Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) y la Estrategia para una Transición Justa tiene previsto aprobar el viernes el Consejo de Ministros, según confirmó ayer la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, durante la entrega de premios anuales del Club de la Energía.
Aunque este anteproyecto de ley es papel mojado, ya que morirá al nacer ante la imposibilidad de que pueda ser tramitado en el Parlamento, que se disolverá el 5 de marzo tras el adelanto electoral, Gobierno, este ha preferido aprobarlo por conformar un paquete integrado junto con el PNIEC, que España debe mandar obligatoriamente a Bruselas antes de fin de este mes, y la Estrategia para una Transición Justa. También a modo de programa electoral de cara a los comicios de abril, señalan fuentes políticas.
Aunque el Gobierno mantiene el polémico objetivo que incluyó en el borrador de anteproyecto de ley que lanzó para consulta pública el pasado mes noviembre, el nuevo texto establece un importante matiz: la propuesta ya no habla de motor de combustión, sino de vehículos libre de emisiones. De esta manera, se respetará la llamada neutralidad tecnológica, que han reclamado las petroleras, pues no se hace alusión al diésel ni a las gasolinas.
Además de la obligación de que las gasolineras cuenten con puntos de recarga del coche eléctrico, el texto establece la potestad de la CNMC para fijar cierto nivel de apalancamiento a las empresas con actividades reguladas. El organismo supervisor publicó hace varias semanas una comunicación en la que fijaba seis ratios para garantizar la salud financiera de sociedades que actúan en régimen de monopolio natural.
Precisamente, durante su intervención en el evento, Ribera defendió que en el proceso de transición hacia una economía descarbonizada “debe haber neutralidad tecnológica”, aunque advirtió que eso no debe significar “que valga todo” y que se deba permitir “hacer trampas en el solitario”. En su opinión, la transición debe hacerse “con honestidad” y consideró “fundamental estar abiertos” a la innovación, por lo que consideró que sí es necesaria la neutralidad tecnológica.
Según sus palabras, el Plan de Energía y Clima debe recoger “las oportunidades de inversión, de empleo y de mejora de la balanza comercial” que representan esta transición energética, integrando los elementos “que nos hagan más fácil la toma de decisiones”. Ribera recordó que España es el único país de la Unión Europea, junto con Luxemburgo, que todavía no ha remitido su borrador del plan, debido a que se “empezó mucho más tarde que los demás” con su elaboración, en alusión a la dejadez del anterior Gobierno del Partido Popular.
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