Theresa May ha anunciado hoy en la Cámara de los Comunes que el Brexit podría ser retrasado, más allá de la fecha oficial del 29 de marzo, si el acuerdo firmado con Bruselas es rechazado de nuevo por el Parlamento británico y Reino Unido se enfrenta a un Brexit sin acuerdo. Se trata de un cambio radical de estrategia por parte de la primera ministra, que hasta ahora había negado tajantemente la posibilidad de extender el artículo 50 del Tratado de Roma, la cláusula que permite a un país dejar la Unión Europea y que, en el caso de Reino Unido, se había fijado en el último viernes de marzo.
Theresa May ha asegurado que no es partidaria de pedir esta prórroga. «Dejadme ser clara, no quiero ver el artículo 50 retrasado. Nuestro foco debe ser conseguir un acuerdo y marcharnos el 29 de marzo», ha dicho. Pero no lo quedaba mucha más alternativa, ante la amenaza de al menos una docena de miembros de su Gobierno que habían asegurado que dimitirían si no daba este paso. La libra esterlina, que llevaba varios días al alza esperando esta noticia, ha recibido el anuncio con alzas superiores al 0,5%, lo que sitúa la moneda en máximos desde mediados de 2017 frente al euro. May ha explicado que el Parlamento vivirá tres días de infarto a mediados de marzo que marcarán el futuro del Brexit.
La primera cita será el próximo 12 de marzo, cuando el Parlamento votará si apoya el Acuerdo de Salida al que el Gobierno británico llegó con Bruselas, y que ya fue rechazado en enero. Si este acuerdo es de nuevo tumbado, May solicitará una nueva votación el 13 de marzo, en la que preguntará a los diputados si quieren salir de la UE sin acuerdo. Si esta opción también es rechazada, el día 14 los parlamentarios tendrán la oportunidad de votar si lo que quieren es posponer el Brexit por un «periodo breve de tiempo», según anunció May. «Si el Gobierno no logra respaldo a su plan el próximo 12 de marzo, presentaremos al día siguiente una nueva moción preguntando a los diputados si están dispuestos a salir de la UE sin un acuerdo.
Si rechazan esta posibilidad, presentaremos el día 14 una nueva moción para preguntar a la Cámara si debemos solicitar una extensión breve y limitada del artículo 50″, ha explicado la primera ministra. May ha indicado que, si se da esta situación, el Gobierno mantendrá conversaciones con los líderes europeos para lograr este retraso. En principio, el acuerdo podría lograrse, aunque May tendrá que tener clara su posición. Esta mañana, Xiana Méndez, secretaria de Estado de Comercio, ha dicho en Londres que un aplazamiento de la fecha del Brexit, más allá del 29 de marzo, sólo puede ser aceptado si el Gobierno británico lo justifica como vía para llegar a un pacto de salida de la Unión Europea (UE) beneficioso para todas las partes implicadas.
Según Méndez, quien participó en la presentación del I Barómetro de la Inversión Española en Reino Unido, puede parecer «desconcertante» que a falta de apenas cuatro semanas para el día del Brexit todavía no se conozcan las condiciones de la separación. Por ello, «una prórroga puede tener sentido para evitar un Brexit sin acuerdo. La primera ministra ha insistido en que la prórroga debe ser breve para no coincidir con las elecciones europeas. Si el artículo 50 es extendido más allá de finales de junio, Reino Unido tendrá que participar en las elecciones y en la composición del Parlamento europeo. «¿Qué tipo de mensaje estaríamos mandando a los 17 millones de votantes que apoyaron el Brexit?», ha indicado.
La comunidad empresarial ha recibido con cautelas el anuncio de la posible prórroga del Brexit. Desde la patronal CBI aseguran que «mientras que la extensión no es el fin en sí mismo, puede ser una necesidad para lograr una salida de la UE ordenada». Sea cual sea el resultado de las votaciones que tendrán lugar en marzo, las posibilidades a las que se enfrenta Reino Unido se reducen a tres: salir de la UE el próximo 29 de marzo con un acuerdo; salir a finales de junio de la UE con acuerdo; o salir de la UE a finales de junio sin acuerdo.
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