A pesar de que varias entidades como el Banco de España consideran que es muy pronto para evaluar el impacto negativo del alza del salario mínimo interprofesional (SMI) a 900 euros en la creación de empleo en España -aunque insisten en que lo hay-, sus consecuencias sí que se han dejado notar en las pequeñas y medianas empresas (pymes). De hecho, según un estudio de la EAE Business School, esta medida ya ha provocado que más de un 1% de las pymes españolas con empleados haya tenido que cerrar.
La causa estaría en la escalada de costes laborales provocada por la medida aprobada por el Gobierno de Pedro Sánchez que entró en vigor en enero. Ha supuesto un incremento de estos gastos del 22,3% en «los trabajadores menos cualificados, lo cual ha perjudicado principalmente la competitividad de las empresas más pequeñas, obligando a más de 15.000 de ellas a cerrar, con los despidos que esto conlleva». El informe también carga contra las políticas proteccionistas de las Administraciones Públicas, puesto que reducen el mercado de las pymes y «les obliga a ser generalistas».
Sin embargo, desde la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) no tienen registrado tales efectos. «La subida del SMI ha tenido impacto sobre la creación de empleo, en los costes de empresas y de autónomos empleadores… pero es difícil vincularlo a la destrucción de pymes o autónomos y dar una cifra», precisan.
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