Las empresas del Ibex tributaron un 28,7% de media hasta septiembre de 2019, con lo que pagarán 11.718 millones de euros sobre un beneficio de 40.763 millones de euros. Así se desprende de su resultado contable mundial, considerando tanto los resultados obtenidos en los países en los que operan como el gasto por impuestos sobre beneficios en el extranjero. Elabora el cálculo del tipo efectivo a partir de la información publicada por las compañías trimestralmente, datos que están disponibles en la web de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y en la sección de Inversores de las webs de las compañías.
Las que más han tributado en los primeros nueves meses del año son Santander, un 42,9% (ver información adjunta); Repsol, un 36,2%; Acciona, un 29,3%; Indra, un 28,4%; Mapfre, un 28,4%; y BBVA, un 27,3%. Estas cifras son de las más elevadas que este Observatorio ha medido, y se sitúan por encima de las obtenidas hasta junio, del 28,2%. El tipo elevado de estas empresas, casi cuatro puntos por encima del 25% de media y que rebasa el tipo nominal del impuesto en nueve de ellas, viene motivado porque parte de los beneficios se obtienen en países cuyo tipo de gravamen es superior al 25% vigente en España.
Estos tipos altos, además, pueden ser muestra de que se han obtenido beneficios, pero también de que el gasto recoge reversiones de ejercicios anteriores. Sobre el tipo medio, al situarse empresas grandes por encima del 25% y suponer un porcentaje muy alto del total de beneficios, dichas compañías arrastran a las demás. De esta forma, las compañías del selectivo están tributando casi cuatro puntos por encima del tipo nominal del impuesto, cuando el tipo medio en 2018 fue del 27,8%; en 2017, del 23,5%; y en 2016, del 25,6%. La bajada de 2017 se debió al efecto de la reforma fiscal de Estados Unidos en algunas empresas. Sigue impactando en las empresas la subida del Impuesto sobre Sociedades que realizó el Gobierno de Mariano Rajoy en 2016, de los pagos fraccionados en octubre y de otros conceptos en diciembre.
El tipo efectivo de las multinacionales es materia de controversia entre Hacienda, que considera que tributan poco, y las compañías, que cuestionan las cifras del Fisco. En el cálculo que hizo CEOE sobre el ejercicio de 2014, obtuvo una cifra del 21%, dato similar al de 2015. El incremento que ha experimentado este porcentaje en 2018 supone un alza de cerca de diez puntos porcentuales.
Si se compara lo que tributaron las empresas en 2017 -13.290 millones de euros- y 2016 -13.598 millones de euros- con 2015 -6.710 millones-, la subida fiscal efectuada en 2016 es de más del 70%. Pero este cálculo no se corresponde de forma automática con lo que ha supuesto la subida del impuesto, ya que también influye el que haya crecido el beneficio de las empresas y qué deciden contabilizar vía impuestos. En las cifras que se obtienen en 2017, 2018 y 2019, el aumento de impuestos realizado en diciembre de 2016 tiene todos sus efectos, ya que, aunque algunas de las medidas fueron retroactivas y entraron en vigor desde enero de 2016, otras están vigentes desde enero de 2017.
El incremento de impuestos de 2016 incluyó una figura, la reversión de deterioros, que obliga a tributar por pérdidas. Algunas de las empresas que más pagan pueden tener que hacerlo porque, además de registrar beneficios, el criterio habitual, han revertido pérdidas. Las compañías que menos pagan, o que obtienen tributaciones negativas, lo hacen porque han generado un crédito fiscal que podrán recuperar. En las campañas de Sociedades de julio de 2017, 2018 y 2019 se han incluido las subidas que entraron en vigor en 2016, con lo que Hacienda ha tenido que devolver a las empresas importantes sumas ante el dinero que han adelantado al Estado por el incremento de los pagos fraccionados, casi del 50%.
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