Mayo será el mes del inicio de la desescalada de las inéditas medidas de contención de la pandemia del coronavirus Covid-19 que mantienen a los españoles confinados en sus hogares y el grueso de comercios cerrados desde que el estado de alarma se decretó el pasado 14 de marzo. El Consejo de Ministros ha abordado este martes una hoja de ruta para el desconfinamiento, el «Plan para la Transición hacia una nueva normalidad”, que será gradual y asimétrico en función de la afectación y la capacidad del sistema sanitario de cada provincia.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha presentado el plan, explicando que tendrá cuatro fases con una duración mínima de dos semanas cada una (el tiempo que puede tardar en manifestarse el virus), lo que conllevará un periodo estimado total de entre seis a ocho semanas. «En el mejor de los casos la etapa de transición tendrá una duración mínima de seis semanas, mes y medio, y la duración máxima tentativa, en el caso de que todo transcurra como hasta ahora, es que sea de ocho semanas. A finales de junio estaríamos en la nueva normalidad si la evolución está controlada en todos los territorios», ha dicho Sánchez.
Toda España comenzará la fase 0 el lunes 4 de mayo, si bien la isla de Formentera en las Islas Baleares y las islas La Gomera, El Hierro y La Graciosa en Canarias, arranarán ya en el siguiente estadio por su baja tasa de contagio.
Esta “fase 0, de preparación de la transición o de la desescalada”, incluye medidas de alivio al confinamiento –más allá de la salida de una hora al día que ya rige para los niños desde el pasado domingo– y que permitirá, ya desde el próximo sábado, salir a pasear o hacer ejercicio al aire libre de forma individual. También “se abrirán pequeños resquicios de actividad económica” con “la apertura de locales y establecimientos con cita previa”, o de restaurantes con servicio de comida para llevar. Además, se prepararán todos los locales públicos para la desescalada.
El 11 de mayo, todo el país pasará a la “fase 1, o inicial” dará paso a la apertura del pequeño comercio bajo condiciones estrictas de seguridad, excluyendo grandes centros comerciales para evitar aglomeraciones y desplazamientos masivos. Además, la restauración podrá servir en terrazas con un aforo máximo del 30% de su capacidad, mientras que se reabrirán hoteles y alojamientos turísticos, manteniendo cerradas las áreas comunes. Los locales contarán con un horario de atención preferente a mayores de 65 años, el colectivo más vulnerable ante el virus.
En paralelo, se reanudarán actividades agroalimentarias y pesqueras hasta entonces restringidas, mientras que los lugares de culto podrán ocuparse hasta un tercio de su aforo y comenzarán los entrenamientos profesionales.
La fase 2, intermedia, dará paso al servicio de restauración en interiores, solo en mesa (excluye las barras de bar) con una ocupación de un tercio del aforo y garantías de separación. Se reanudarán caza y pesca, y se reabrirán cines, teatros, auditorios, monumentos y espacios culturales con butaca asignada y un tercio de su aforo. Los actos y espectáculos se limitarán a 50 personas en interiores y 400 en exteriores, y los lugares de culto solo permitirán la mitad de feligreses.
En la fase 3, de normalización, las limitaciones de aforo se rebajarán al 50% y se dará paso a la apertura de las playas. El uso de mascarilla estará altamente recomendado en el transporte público en todas las fases y la circulación entre provincias estará prohibida (salvo motivos laborales o justificados, como un funeral) hasta la vuelta a la normalidad. El curso escolar se retomará en septiembre, pero habrá excepciones desde la fase 2 para atender a hijos de padres con necesidad de trabajo presencial; las clases de refuerzo o someterse a las pruebas de la EBAU.
Los marcadores que con los que Sanidad decidirá cuándo un territorio puede avanzar de fase, o debe retroceder, serán sus capacidades estratégicas en el ámbito sanitario, tanto primaria como de UCI; también la situación epidemiológica de la zona; la implantación de medidas de protección colectiva en locales y transportes; y los datos de movilidad y datos socioeconómicos. Los datos serán públicos, transparentes y estarán en manos de la población, ha dicho Sánchez.
El presidente del Gobierno ha anticipado que todo el plan será consensuado con comunidades autónomas y ayuntamientos pero también ha hecho un llamamiento a la responsabilidad personal de cada ciudadano a fin de facilitar la vuelta a la normalidad.
“Vamos a plantear nueva prórroga de 15 días, consideramos que es sano rendir cuentas en el Congreso de los Diputados”, ha avanzado Sánchez, considerando útil esta herramienta para controlar la desescalada. “Planteamos horizonte de 6 a 8 semanas, es verdad que la figura que se ha establecido en muchos países como Italia, Portugal, más de 20 países de la UE tienen semejantes estados de alarma es la figura que se ha utilizado para frenar el embate del Covid-19”, ha dicho. El presidente ha dado a entender que consideraría útil prorrogar el estado de alarma durante toda la desescalada, hasta finales de junio por tanto.
Durante el periodo de desescalada no será posible viajar entre unas provincias y otro, limitándose los desplazamientos a escala interprovincial incluyendo a segundas residencias, por ejemplo, excepto por motivos laborales o para asistir a un entierro.
Sánchez reconoció el impacto negativo que el parón de la actividad ha tenido en el empleo y el PIB y admitió que “la economía global, la europea y la española encaran una recesión de extraordinarias proporciones”, por lo que pidió apoyo a la ciudadanía, a la oposición y a la UE para impulsar la necesaria recuperación.
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