El secretario de Estado de Empleo y Economía Social, Joaquín Pérez Rey, insistió en que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) se eleve este año en línea con «el resto de variables presupuestarias o con la elevación de los salarios en el empleo público», que es del 0,9%, aunque puntualizó que «lo importante es que las cosas las hagamos con diálogo y si se retrasan por exceso de diálogo a mí no me preocupa especialmente».
Pérez Rey hizo estas declaraciones en un diálogo organizado esta semana por Servimedia en el que también participaron el exministro de Trabajo Manuel Pimentel y el secretario general del sindicato Fasga, Miguel Venegas. Preguntado sobre el incremento del SMI para este año, que se encuentra prorrogado en los 950 euros de 2020, el secretario de Estado de Empleo explicó que decidió extenderlo «para no dejar sin cobertura del SMI mientras continúan las negociaciones».
«En los próximos meses» se someterá a los interlocutores sociales «la idea del SMI», según Pérez Rey, que no quiso poner una fecha. «Lo importante es que las cosas las hagamos con diálogo y si se retrasan por exceso de diálogo, a mí no me preocupa especialmente», agregó.
El Ministerio de Trabajo y Economía Social está siendo asesorado por una comisión de 14 expertos, integrada por representantes de varios ministerios, de los agentes sociales y académicos, que tiene el cometido de fijar la cifra que equivale al 60% del salario medio en España y «la senda de convergencia más adecuada a lo largo de la presente legislatura, en los años 2021, 2022 y 2023», para dar cumplimiento en esta materia al acuerdo del Gobierno de coalición.
El exministro Pimentel apostó por elevarlo «de forma moderada». Apuntó, en línea con el secretario de Estado, a la subida que se ha aprobado para los empleados públicos, de manera que «permita ganar un poco de poder adquisitivo, pero no tensionar» la situación en las empresas, dado que «muchas están perdiendo dinero» y el horizonte es de inflación negativa. Por su parte, el secretario general de Fasga explicó que los sectores en los que está representado se encuentran 500.000 trabajadores amparados bajo la negociación colectiva y «el 99% está por encima del SMI».
No obstante, Venegas mostró preocupación por las pequeñas empresas para las que «a lo mejor no llega a ser el momento» para aplicarles un incremento del salario mínimo, aunque apuntó que se puede encontrar alguna fórmula para cubrir los costes sociales que tengan, dado que una subida del SMI «va a redundar en un mayor poder adquisitivo».
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