Una recesión global en el horizonte, vuelve a provocar una escapada masiva de los inversores de todo el mundo hacia valores refugio, fundamentalmente deuda soberana de países europeos y estadounidenses.
Un pánico instigado no solo por la continuada guerra comercial entre Washington y Pekín, que ahora busca extender su batalla al mercado de las divisas, sino por los síntomas y decisiones que hacen entrever una posible recesión global en el horizonte. Si no que se lo digan a las aterradoras cifras de producción industrial procedentes de Alemania, donde la actividad se contrajo un 1,5% en junio.
Mientras el Banco Popular de China fijaba el yuan en los 6,9996 y daba a conocer que sus reservas de divisas se situaron a finales de julio en los 3,104 billones de dólares, 15.000 millones de dólares menos que un mes antes, sus contrapartes en Nueva Zelanda, India y Tailandia movieron ficha relajando su política monetaria más de lo previsto.
Especialmente el Banco de la Reserva neozelandesa sorprendió a propios y extraños con un recorte que despertó la envidia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al rebajar los tipos en 50 puntos básicos de una sola tacada hasta situarlos en el 1%. «No creemos que el ciclo de recortes haya terminado aquí y esperamos más en febrero», sentenciaba Ben Udy, economista de Capital Economics.
Pero al hilo de la decisión de Nueva Zelanda, el Banco de la Reserva de la India también implementó un revés acomodaticio al rebajar el precio del dinero en 35 puntos básicos, llevando los tipos a niveles no vistos en los últimos 9 años. La puntilla la puso el Banco de Tailandia que culminó la jornada implementando una rebaja de 25 puntos básicos hasta el 1,50%.
Obviamente, estos movimientos enervaron a Trump, quien justo una jornada después de que los cuatro expresidentes aún con vida de la Reserva Federal abogaran por la independencia del banco central, volvió a arrear a Jerome Powell y su equipo. «Nuestro problema es que la Reserva Federal es muy orgullosa para admitir su error de que actuó muy rápido y ajustó el ciclo monetario demasiado (¡y que yo tenía razón!). Deben recortar las tasas más y más rápido y detener YA MISMO su ridículo ajuste monetario», declaró el presidente en una serie de tuits.
«Trump crea el caos y luego exige a la Fed que reduzca las tasas más rápido, es imposible inventarse esta situación», señala Ken Polcari, director de Butcher Joseph Asset Management, quien indicó como el próximo reto para el S&P 500 serán los 2.790 y como el Dow Jones ha fallado ya su media hábil de los últimos 200 días.
Al hilo de las declaraciones de Trump, Charles Evans, presidente de la Fed de Chicago y con poder de voto en el Comité Federal de Mercados Abiertos (FOMC, por sus siglas en inglés) reconoció que dada la situación actual «se hayan creado más obstáculos y sería razonable hacer más (…)», en referencia a próximas rebajas de tipos de interés.
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